La pérdida de pelo puede suponer un problema tanto estético como psicológico para muchas personas. Por ello, existen hoy en día diversos tratamientos para frenarla.

Esta técnica permite tratar la caída del pelo mediante la aplicación de sustancias obtenidas a partir de una muestra de sangre del paciente. De esta manera se consiguen los llamados factores de crecimiento presentes en la sangre con poder de estimular y acelerar la regeneración de todo tipo de tejidos.

Después, el procedimiento consiste en reintroducir las plaquetas en los folículos pilosos a través de microinyecciones que se aplican en determinadas zonas del cuero cabelludo. 

Esta técnica ayuda a estimular la regeneración de los tejidos, previniendo la caída del cabello y mejorando la vitalidad y el volumen de los pelos. Y sus efectos son visibles en dos meses.

Se recomienda una sesión cada mes por el periodo de 3 meses.